Desde siempre los libros han estado en la vida de todo
estudiante, a mí personalmente me gusta más leer un libro en papel que en la
pantalla de un ordenador, pero claro aquí ya intervienen muchas otras cosas ya
que leer un libro en formato electrónico será mucho más cómodo de llevar, sin
embargo no puedo hablar sobre este aspecto porque no he tenido la oportunidad de
utilizarlo; sin embargo creo que nunca voy a poder llegar a decir "no" a un libro.
En cambio hablando sobre los Tics la respuesta es
obvia: es sí o sí. Tal y como lo decía Jordi Adell en su espacio en la red, no
utilizar las Tics en educación es incumplir la ley. Las Tics son una de las
herramientas más útiles que se pueden utilizar en educación hoy en día.
Mediante la introducción en el aula de los portátiles, se ha introducido una
manera nueva de impartir las clases, una manera de conseguir ver y hacer cosas
que mediante las fotografías de los libros no se podían conseguir. Para poner
un ejemplo, Pilar Álvarez nos habla de las erupciones volcánicas. Es cierto que
algunas de las simulaciones de internet son idénticas a la realidad, y es una
manera más fácil de aprender ya que un niño no se va a acordar de la misma
manera del contenido de una descripción que nos detalla la erupción volcánica
que de una simulación que la reproduce.
La escuela del siglo XIX ya no puede ser percibida sin
la Tics, pero para que esto funcione, primero se deben enseñar a los
profesores, porque muchas veces ellos son los primeros que reconocen que tienen
una formación carente en este aspecto.
Las Tics se han incorporado en la educación y somos
conscientes que nos aportan muchos beneficios tanto desde el punto de vista del
docente a la hora de impartir clases como del punto de vista de los alumnos/as
a la hora de realizar trabajos, o incluso tareas de cualquier tipo ya que
internet está plagado de actividades escolares.
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